Conjuntivitis alérgica

En primavera y en verano son muy frecuentes también este tipo de conjuntivitis. Se caracterizan por provocar intensos picores en los ojos. Aparecen, por lo general, con periodicidad en determinados momentos de la pri­mavera o del verano, asociados a la floración de distintas plantas o árboles. A veces también ocurren como conse­cuencia de alergias a animales o al polvo doméstico.


La conjuntivitis primaveral aparece en niños y adoles­centes, siempre durante el período primaveral o el verano. Produce intenso picor y molestias importantes con la luz, que en los casos más graves impiden al paciente acudir a la escuela o realizar una actividad normal.


Tratamiento de la conjuntivitis alergica


En primer lugar, es preciso recordar que no se debe aplicar ningún colirio sin que éste sea indicado y vigilado por un oftalmólogo. Existen colirios que, aunque eficaces, son peligrosos para los ojos si no se controlan médicamen­te. Por tanto, debe ser el especialista quien prescriba la medicación más adecuada para cada caso.


Las conjutivitis alérgicas tienen muy buen tratamien­to mediante colirios antinflamatorios y antialérgicos, que atenúan con gran eficacia los síntomas hasta hacer­los desaparecer.


Por lo general, las conjuntivitis no provocan secuelas importantes al ojo. Si no se tratan correctamente, pue­den conducir a inflamaciones crónicas de la conjuntiva (conjuntivitis crónica), cuyo tratamiento es habitualmente más laborioso y difícil. De todos modos, las mo­lestias que proporcionan y su frecuencia las convierten en un problema usual durante este período del año.


Cuidados adecuados de higiene ocular, la rápida con­sulta al especialista y la abstención de utilizar colirios no prescritos o controlados por el oftalmólogo son elementos importantes que hay que tener en cuenta en el tratamien­to de las conjuntivitis.


Tampoco hay que olvidar que:

- Existen diversos tipos, pero todas se caracterizan por causar enrojecimiento ocular asociado a légañas o lagrimeo, sin dolor ni molestia a la luz aunque a veces con sensación de arenilla o cuerpo extraño.


 


- Muchas conjuntivitis son muy contagiosas y el que las padece debe tener cuidado con la ropa de cama, las toallas y no debe bañarse en piletas durante los días en que las padezca para no contagiar a otras personas.


- Su tratamiento requiere siempre la intervención del especialista para identificar la causa más probable y tratarla del modo más conveniente.


- Una conjuntivitis bien tratada no suele nunca dejar secuelas o causar daños al ojo.


- La existencia de abundantes légañas asociadas a en­rojecimiento ocular suele ser signo de una infección.

 

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