Vicios de refracción

Para ver claramente, los rayos de luz deben atravesar el ojo y ser focalizados en la retina, que está ubicada en la parte posterior. La córnea, que constituye la ventana anterior del ojo, y el cristalino, una lente ubicada en el interior del globo ocular, son los responsables de desviar (refractar) los rayos luminosos, de modo que éstos sean enfocados en la retina.


Los impulsos recibidos por la retina son luego transmitidos al cerebro, a través del nervio óptico. La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son producidos por variaciones en la forma o la longitud del globo ocular.


Vicios de refracción en los bebes


Estas condiciones reciben el nombre de errores o vicios de refracción, en los cuales la forma o la longitud del globo ocular impiden un correcto enfoque en la retina.


Los principales síntomas de los vicios de refracción son: disminución de la agudeza visual, cansancio visual y cefaleas. Estos síntomas disminuyen o desaparecen con el uso de anteojos o lentes de contacto.

 

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