Proteger la vista de la computadora

Parpadear, mirar en detalle un ramo de flores a un lado del monitor, hacer ejercicios que relajan la vista, usar protector de pantalla y consultar frecuentemente con el oftalmólogo son algunas de las precauciones que deben tomar quienes trabajan con computadoras. El resto de las recomendaciones, en esta nota.


Sin lugar a dudas, las nuevas tecnologías facilitan mucho ciertas tareas que años atrás resultaban tediosas o inabarcables. Las antiguas máquinas de escribir que obligaban a recomenzar todo el trabajo si lo escrito no conformaba, por ejemplo, ya son historia, y sólo un click nos separa de una biblioteca infinita en la cual casi toda la información del mundo nos está esperando.



Sin embargo, esta vida moderna aparentemente tan práctica conlleva una buena cantidad de consecuencias nocivas para la salud. El trabajo con la computadora es una muestra concreta de estos efectos perjudiciales, pues se ha convertido en un verdadero problema para la vista.



Como hacer para proteger la vista de la computadora



Ejercicios:

La regla principal para no sucumbir a la nocividad de la computadora es no fanatizarse. Aun cuando hay mucho trabajo pendiente, es necesario dejar de lado la pantalla si el cansancio aqueja. Trabajar con la computadora puede ser cómodo en muchos aspectos, pero fatigar intensamente después de algunas horas. Afortunadamente, los expertos han diseñado una serie de ejercicios muy sencillos que pueden resultar de ayuda.



Intercalar pausas:

No tiene sentido seguir trabajando más allá del punto de cansancio. Es cierto que la computadora no se cansa nunca, pero no por eso quien la opera debe continuar. Durante estas pausas, un ejercicio muy útil es colocar las manos con los dedos cerrados y las palmas ligeramente arqueadas sobre los ojos, de modo que las yemas de los dedos se posen sobre la frente y los bordes externos del meñique a lo largo de la nariz. De esa forma los ojos quedan inmersos en una cavidad oscura que excluye el entorno.



Mirar las flores:

Colocar un ramo de flores o una planta florecida en el lugar de trabajo. Sentarse en una postura relajada. Mientras fluye la respiración, dejar que la mirada se pierda entre el follaje. Luego escoger una sola flor, siguiendo sus matices, sus detalles, las formas y los colores. Los ojos deben mirar con calma, parpadeando en forma relajada, registrando sin hacer valoraciones y mirando las cosas tal cual se ven. Terminar el ejercicio aplicando la técnica para las pausas.



Relajarse y respirar:

Sentarse en una silla sin apoya-brazos, con la cabeza erguida pero sin apoyar la espalda. Cerrar los ojos. Mantener los pies planos, en contacto con el suelo (utilizar una manta doblada varias veces si no se llega al piso) y las manos tomadas entre las piernas. Tan pronto como la sensación de tensión y las imágenes en el ojo interno disminuyen, jugar con el aliento. Al inspirar, imaginarse que el aliento entra en la cabeza y se mueve suavemente alrededor de los ojos. Al espirar, sentir cómo se consume esc aire. Se puede permanecer algunos instantes en un ojo y después en los dos.

 

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